jueves, 30 de octubre de 2014



Zoom sobre grandes ciudades

Eva de la Rosa Gil



Ángel Marcos nacido en Medina del Campo en 1955 trabaja la imagen como herramienta de creación, dentro de la cultura de la contemporaneidad. Su primera exposición individual es realizada en 1982 en la galería Siena de Valladolid y desde ese momento no ha cesado de exponer en los más importantes centros y museos nacionales e internacionales.


La exposición que hemos visto se llama “Alrededor del sueño 4.Madrid (Escenarios para el vacío) “en la Sala Canal de Isabel II es del fotógrafo Ángel Marcos y pertenece a una serie de trabajos que el autor ha reunido bajo el título de alrededor de un sueño y está compuesto por imagines realizadas en Estados Unidos (New York), Cuba (La Habana) y China (Shanghái) a los que se une el realizado en Madrid en 2014.La exposición aborda la idea de la desaparición de la ciudad como elemento determinante de progreso global. Ángel Marcos se pregunta por qué seguimos llamando ciudades a mares del naufragio de sueños individuales y colectivos.


El autor intenta hacer un guiño a la mentalidad mediterránea con las imágenes de Madrid. Al entrar en la exposición podemos ver en la planta baja una recopilación de los tres primeros trabajos. Las tres siguientes plantas están dedicadas a la exposición de Madrid. La exposición está formada por fotos inéditas doce de ellas de gran formato, una instalación de más de veinte elementos en acero, dos videos y  una gran columna central formada por más de doscientas fotografías de Madrid, todas ellas colgadas hasta el techo e iluminadas que muestran el Madrid político , social, económico, eclesiástico...


El denominador común de todos estos trabajos , es la imposibilidad de pensar la ciudad, ya que esta solo es parte de un proceso de urbanización generalizado y a estos escenarios se le suma ahora “ el sueño europeo” que el artista aborda desde un escenario propuesto de lo que denomina la Europa Sur: Madrid. La columna vertebral de la exposición es la desaparición de “la ciudad” como orden determinado y determinante de la idea de progreso global. La exposición trata básicamente de la experiencia del fotógrafo teniendo a Madrid como objetivo.


La parte de la exposición que está dedicada a New York desde mi punto de vista muestra lo que todo el mundo entiende como el “sueño americano” una ciudad donde todo es posible a través de fotografías de eslóganes .En cambio en su segunda parte, La Habana, creo quiere mostrar lo opuesto a lo anterior con unas fotografías que se alejan del sueño americano y que captan eslóganes que reivindican la revolución y nos enseña un paisaje urbano desolador en el que no hay prosperidad .En Shanghái creo que intenta mostrarnos el contraste entre los barrios más antiguos de la ciudad que está dando paso a la parte nueva de la cuidad compuesta por rascacielos y está sucumbiendo al modelo económico de occidente. Por último Madrid, en la que nos enseña la diversidad de  expresiones culturales que hay en dicha ciudad.


En conjunto, todas sus fotografías de esta exposición quieren reflejar lo cotidiano y fijándose en lo aparentemente banal para que cada uno saque sus propias conclusiones sobre dichas ciudades, ya que la gente no se da cuenta de lo que tiene a sus alrededores por la cultura del momento en el que no  os paramos a ver las cosas.

En conclusión la exposición de Ángel Marcos “Alrededor del sueño 4.Madrid” nos muestra cómo ve e interpreta la ciudad él y reflexiona en torno a la desaparición de la ciudad como elemento determinante de la idea de progreso global.

Evolución hacia la catástrofe.


EVOLUCIÓN HACIA LA CATÁSTROFE.
           
           Laura García de la Fuente.
   
       Ángel Marcos, de Medina del Campo (Valladolid, 1955) trabaja con la imagen fotográfica como herramienta de creación, dentro de la contemporaneidad. Nos sorprende con uno de sus trabajos expuestos en la Sala Canal de Isabel II, cuya exposición es llamada "Alrededor del sueño 4" donde presenta una cantidad de imágenes por primera vez de una ciudad europea que es Madrid y une a ella fotografías de ciudades como Nueva York, La Habana y Shangai con el objetivo de hacer una comparación entre ellas para darnos que pensar sobre estas diferencias.

Lo que pretende Ángel Marcos con este curioso trabajo que ha realizado, es poner a los ojos del espectador, mediante fotografías,  como ha evolucionado el concepto de "ciudad", ya que lo que podía significar en la antigüedad, ha ido desapareciendo y ha evolucionado hacia un concepto de globalización debido a una gran avalancha de tecnologías y un claro proceso de urbanización que es lo que las personas hemos hecho que se convierta "la ciudad" y por ello lo que hace es una protesta social hacía ésto sacando fotografías de los aspectos más escondidos e ignorados de estas ciudades, dejando atrás los monumentos, la modernidad y el arte de ellas y se centra en mostrar lugares como barrios marginales, descampados...

La exposición está compuesta por una serie de obras, en una instalación con varias plantas, cada planta con una serie de fotografías y en la parte central entre las escaleras de acero, una instalación de más de veinte elementos en acero con cerca de doscientas fotografías sobre Madrid y dos vídeos. En la planta baja de la sala se muestran los tres primeros archivos de imágenes, de lo que es el nuevo proyecto expositivo sobre Madrid. La ciudad de Madrid, como cuarto capítulo, ocupa las restantes plantas de la Sala Canal de Isabel II. Según vamos subiendo nos vamos encontrando con las distintas fotografías de las cuatro ciudades elegidas por Ángel Marcos pero siempre sin dejar de quitar ojo a la pieza central de las escaleras, ya que es lo que más destaca en la sala. En el caso de Madrid, presenta una ciudad con rápido crecimiento inmobiliario y una cosa muy curiosa que hace es una comparación entre lugares de mucho prestigio junto a lugares marginales para dar a ver al espectador en lo que se ha convertido la sociedad de llegar a pasar de una cosa a otra completamente distinta. En Nueva York nos muestra los increíbles rascacielos y edificios en los que está sumergida la ciudad. En La Habana muestra la sociedad alegre y la influencia política que ha habido en el desarrollo de la ciudad. Y en Shangai dá a conocer la evolución que ha tenido la China antigua con sus casas tradicionales a edificios completamente modernizados en pocos años.

También es muy curioso las técnicas con las que expone sus fotografías,  algunas de ellas las muestra en blanco y negro, otras en color, y las otras alternando estas dos técnicas, utilizando el blanco y negro y dejando en color las zonas que más le interesan a el. Y también se aprecia la colocación de una bombilla en la parte trasera de las fotografías para hacerlas resaltar más y dotar al cuadro de más iluminación.

Con éste largo y costoso trabajo, Ángel Marcos consigue hacernos ver  lo que es una ciudad en su conjunto, no lo que la gente destaca y hace más importante que son solo los lugares bonitos, sino que fotografía la ciudad en su conjunto, enseñando no solo la belleza, sino también los lugares más inhóspitos y marginales para dar a entender lo que ha significado el proceso de globalización y que lo realmente bello de una ciudad es lo que lleva allí desde la antigüedad por lo que el proceso de modernización a veces no es tan bueno como parece. Además el hecho de hacer la exposición con fotografías de cuatro ciudades totalmente distintas, dá que pensar en cuanto a la comparación que hace entre ellas, para buscar un porque que nos diga como hay tanta diferencia entre las distintas culturas y a que se debe, ya que las culturas siempre afectan a el lugar donde conviven los hombres que son las ciudades y que si seguimos llevando éste ritmo hacia la evolución y modernización puede resultar catastrófico.

Madrid huele mal, Sofía Mañero Cerutti

                                                     MADRID HUELE MAL

                                                     Sofía Mañero Cerutti

“Alrededor del sueño” es uno de los muchos proyectos que han ocupado al reconocido fotógrafo Ángel Marcos desde el inicio de este siglo, que consiste en analizar mediante un recorrido fotográfico la situación actual de cuatro grandes ciudades: Shanghái, La Habana, Nueva York y Madrid. Actualmente, en la galería del Canal de Isabel II se puede visitar la cuarta y última parte de este gran trabajo, la que concierne casi exclusivamente a la ciudad de Madrid.

De por sí me resultó realmente interesante el lugar donde se decidió montar las exposición. Es en efecto curioso que unas fotos que juntas intentan caracterizar una ciudad formen, gracias a su posición, una ciudad misma. Lo que el espectador ve al entrar en la sala principal es una construcción central realmente alta, que impresiona gracias a su movimiento vertical y que ayuda a la comprensión misma de las imágenes. En resumen, el interés de la exposición no reside únicamente en el significado de las fotos sino que también se encuentra en el ambiente que el artista ha conseguido crear con ellas, gracias a las estructuras hechas con fotografías y a la extraña luz que las ilumina, convirtiéndolas en el único centro de atención posible.

Las fotografías expuestas son por lo tanto el núcleo de la obra de Ángel Marcos, aunque también podemos encontrar vídeos y textos que corroboran el mensaje de estas mismas. Se trata de un conjunto de fotografías que denuncian la falsa imagen que normalmente se tiene de estas cuatro ciudades. En efecto, mientras todas ellas esconden difíciles problemas sociales, de estas se publicitan solo las partes que interesan, aquellas que son vendibles, como por ejemplo el conjunto de edificios más modernos, los lugares turísticos o la única avenida donde se han plantado flores.

Impactantes son las fotos de Shanghái y de La Habana, donde el contraste entre el acelerado crecimiento económico de estas las ciudades y la pobreza existente a tan solo pocos metros es realmente inquietante. Sin duda estas fotografías hacen reflexionar, porque para el resto del mundo Shanghái seguirá siendo una ciudad modelo, un sueño donde abundan los rascacielos y las tiendas de lujo, aunque solo unos pocos puedan pisarlas. Un sueño que nada tiene que ver con la realidad, quizás porque no sabemos bien como deseamos que sean estas ciudades.

Bueno, creo que esperamos encontrarnos un copia barata de Estados Unidos, como nos explica aquella foto hecha en Cuba, donde se puede ver a un grupo de personas mirando, o quizás deseando, un cartel donde sólo pone “América”. América, el lugar donde se cumplen todos los sueños. Es esta una frase que hemos oído hasta la saciedad, que nos han incrustado en la cabeza, en el fondo no somos capaces de librarnos de ella. Nueva York ya no es el escenario de nuestros sueños sino nuestros sueños mismos. Nueva York ha dejado de ser ciudad para convertirse en pancarta.

¿Y qué pasa con Madrid? Una ciudad que ha gastado su dinero en construir cuatro rascacielos cutres, que parecen  gritar: deseamos ser como los de Dubái, pero en realidad no les llegamos ni a las suelas de los zapatos. Y mientras intentamos imitar tristemente lo que otras ciudades ya tienen, nos olvidamos de lo que nos caracteriza, y lo abandonamos. Madrid se echa a perder, pero eso ya no importa, porque la verdadera Madrid es la que podemos ver en los libros de viajes, donde todas las ciudades son maravillosas.

 ¡Cómo vamos a tomarnos un café con leche en la plaza Mayor cuando la plaza Mayor apesta! Sin duda ese detalle se le olvidó a nuestra alcaldesa, cuando se empeñaba en convencernos de que “Madrid is beautiful”.


miércoles, 29 de octubre de 2014

La Leyenda de la Ciudad sin Nombre

La leyenda de la Ciudad sin Nombre
Carlos Fernández del Moral
Ángel Marcos – “Alrededor del Sueño 4 [Madrid]”

El fotógrafo vallisoletano Ángel Marcos ha aprovechado la infraestructura del primer depósito elevado de agua de Madrid (1898) para exponer una selección de su numerosa obra “Alrededor del Sueño”. En este marco decimonónico nos presenta más de 200 fotografías, 2 videos y dos conjuntos de elementos de acero con fotografías retroiluminadas.

En esta instalación y con la serie de fotos de Madrid como columna vertebral nos presenta también escenas de ciudades como Nueva York, La Habana y  Shanghái. Con escenarios que van desde el sueño americano a la nostalgia comunista o al productivismo salvaje de China pasando por los de la Europa del sur, centrados en Madrid y va desgranando, foto a foto, su particular visión de la ciudad como elemento globalizado y desprovisto de la humanidad a la que teóricamente sirve.

Como aproximación conceptual de la obra expuesta yo recomiendo su contemplación y análisis siguiendo un itinerario de arriba abajo; esto es comenzando por las obras del último piso y acabando con los pies en la tierra. Para ello hay que comenzar por subir hasta la última planta de la torre y desde allí, por un pequeño tramo de escaleras, introducirse en el antiguo depósito donde en una noche sin estrellas podemos ver un vídeo de la residencia de estudiantes de Madrid mientras que la voz de José Ortega y Gasset, traída desde los inicios del pasado siglo, nos enuncia el papel que la vieja Europa ha de jugar en la cultura mundial de ese tiempo.

Abandonando el ambiente genésico del depósito comenzamos un viaje descendente por el interior de la torre, que cual Gargantúa hambriento nos devora, mostrándonos las múltiples facetas   antagónicas de los espacios urbanos, a través del ojo de Ángel Marcos desde lo monumental a lo corriente, de lo nuevo a lo  viejo, de lo panorámico al detalle, de lo elegante a lo vulgar desde el centro a la periferia. Pero siempre con la sensación de que aunque el espacio  urbano es casi ajeno al hombre e incluso agresivo con él, refleja desde un punto de vista trágico, los anhelos, objetivos y sueños de una sociedad sin personas.

En este viaje sensorial, a menudo, perdemos la noción de las fronteras entre los diversos lugares que la muestra refleja, haciéndonos conscientes de los elementos globales que unen estas ciudades y la ubicuidad de determinados “patrones” que condicionan a la humanidad actual, el consumo y el economicismo. Estos patrones están generando un desarrollo  propio de nuestro hábitat que requiere una alta dosis de eficacia en la adaptación a los cambios del mercado, lo que produce unos entornos homogenizados, en donde el individuo es desplazado por el productor/consumidor y en donde los espacios y lugares, con funciones sociales en la visión más clásica del ágora, han sido invadidos por el consumismo o recluidos a la marginalidad.   Es por ello que sentimos que los todos lugares,  paisajes y sueños se parecen entre sí,  más de lo que a primera vista se nos había antojado. Haciendo nos confundir Madrid con Shanghái o Nueva York y viceversa.


Una vez que tocamos de nuevo “suelo” y como relajado final encontramos un remedo de la naturaleza en un jardín de césped artificial, acero y fotos retroalimentadas;  en el que una sillas nos permiten sentarnos relajados y con música de chelo a meditar, que como en la Ciudad sin Nombre, de la película que rememora el título, la búsqueda del “dios” oro nos ha llevado a vender nuestra alma al diablo y aceptar a una ciudad transformada en algo ajeno y extraño, donde nos es cada vez más difícil vivir.

viernes, 24 de octubre de 2014

El Arte en su Laberinto
Mateo Maté – “La Cara Oculta”
Carlos Fernández del Moral

En la galería Nieves Fernández (NF) se puede visitar la última instalación del artista Mateo Maté en la capital. En ella se pueden ver cinco de las nueve obras que componen la colección que el artista  ha realizado bajo la denominación genérica de “La Cara Oculta”. Esta colección de trabajos ha sido realizada entre los años 1994 y 2014 y dan nombre a la  exposición que nos ocupa. La intención de estos trabajos según el propio artista, es mostrar la parte no visible del arte, todo aquello que está escondido y que habiendo sido desde hace tiempo “industrializado”, condiciona de manera decisiva la creación artística haciendo del arte un fiel reflejo de una sociedad cada vez más normalizada y homogénea.

Frente a ello, el artista  propone hacer visible esta parte oculta mediante le presentación de cuatro cuadros con el lienzo hacia la pared y con el bastidor a la vista, en el que nos presenta diferentes tipos de laberintos realizados en la misma madera, clara y cálida; además como final de la serie de obras en sala anexa, se exhibe un imposible bastidor voluminoso y torturado que se denomina “la trampa del artista”.

El número de obras presentadas ha sido claramente acotado por el recoleto espacio de la galería, que sin embargo les proporciona una cercanía e intimidad (más en mi caso, que fui la única persona en la galería durante mi estancia) que encaja perfectamente con el ambiente de introspección y laberíntico que desprenden. El recorrido que hemos de realizar  durante la visita ha de transcurrir por un grupo de caminos acotados por catenarias que pueblan la sala de exposición, que por un lado condiciona nuestro movimiento contemplativo;  pero por otro, nos obliga a explorar puntos de vista diferentes a los “normales”. Con todo ello  se evoca la dificultad que entraña esta parte no protagonista del arte y de la multitud de encrucijadas  que hay encerradas en el proceso de creación artística y el disfrute de su resultado.

La alegoría de Arte en su laberinto y la necesidad de explorar nuevas formas de equilibrar todos los elementos que lo hacen posible, me viene a la mente de inmediato. Se me antoja difícil y extenuante la salida de este laberinto sin un hilo de Ariadna que permita transitar por no sólo por los caminos de opciones estéticas, como los nuevos formatos y canales de expresión, las nuevas ideas y conceptos artísticos o las funciones del arte en los momentos actuales; si no también por todos aquellos que le dan soporte, la mercadotecnia, el acceso al público, las galerías, el mecenazgo, las instituciones tanto públicas, como privadas. Viéndose reflejados todos ellos en los desnudos e intrincados bastidores que se ofrecen sin pudor a la contemplación.


Encontrar la salida del laberinto es y ha sido siempre el dilema de la creación artística para modelar y encarnar  los anhelos, usos y sentimientos que subyacen en la sociedad a la que se dirige; aportando un cauce que permita la expresión cultural -en su sentido más amplio- de la vida.  Y me temo que esta tarea es un castigo equiparable al que Sísifo mereció engañando a la muerte;  ya que, es el final del laberinto el que nos devuelve al punto de partida y cada vez que encontramos esa salida, el laberinto ¡es otro!

jueves, 23 de octubre de 2014


                                                              CARA Y CRUZ
                                                             Eva de la Rosa Gil


Mateo Mate es un artista contemporáneo nacido en 1964, formado en la escuela de Bellas Artes de Madrid.Esta considerado como uno de los mayores representantes del arte conceptual español.Esta es su primera exposición en una galería española desde 2005 ha sido expuesta en la galería NF de Madrid hasta noviembre de este mismo año. Ha realizado exposiciones individuales en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia ,Circulo de Bellas Artes (Madrid ) … También ha participado en exposiciones colectivas en el Jeu Paume (París), el PSI Moma (Nueva York )...

 “Si consideramos que no disponemos de nada más allá de nuestras sensaciones, son éstas las que debemos explorar como si fueran parajes desconocidos".Esta es una de las reflexiones que hace Mateo Mate , quiere que al observar sus obras usemos nuestras sensaciones para contruirnos nuestra opinión sobre la obra y exploremos las sensaciones. Mateo Mate ha desarrollado desde sus comienzos una obra con marcado sentido crítico y humorístico. Sus instalaciones y obras giran en torno a la cuestión de lo patriótico y doméstico transformandolas. 

Mateo Mate en esta exposición llamada "La Cara Oculta" nos muestra un bastidor sobre un lienzo y no un lienzo sobre un bastidor. Los cuadros de esta exposición los muestra la cara nunca vista , la cara que no suele ser mostrada al público, la cara que siempre esta oculta."la Cara Oculta" nos esconde un sistema normalizado y cerrado. Aunque las obras nada mas observarlas nos parezcan rudas o toscas su comprensión es muy sencilla y clara por lo que no es difícil hacerse una idea de lo que trata esta exposición .
El artista al darle la vuelta a los cuadros , nos oculta la parte mas significativa del cuadro optando por mostrarnos la parte contraria , la que permanece oculta normalmente. No pinta, no oculta sino que realiza un desarrollo de la cara oculta. En esta exposición Mateo Mate nos muestra una parte del cuadro en la que no solemos fijarnos y juega con las formas geométricas del cuadro y de las tablas que lo forman creando una especie de laberinto dándonos a entender que a veces lo que esta oculto puede ser igual o mas de interesante que lo que tenemos a simple vista para todo el mundo.Nada mas entrar en la exposición se encuentra la única obra que no es un cuadro, es una pieza cuadrada de madera que si lo miramos desde arriba podemos observar el laberinto pero si lo miramos de frente no podemos verlo Mateo Mate a parte de intentar que nos resulte interesante algo que normalmente no nos atraería intenta que el espectador de esa exposición reflexione sobre las cosas en las que nos fijamos y si hay otras en las que no recaemos son mas importantes que las otras.

El laberinto que esta presente en todas de las obras de esta colección incluso lo podemos encontrar en las cintas que nos delimitan por donde podemos movernos por la sala podrían interpretarse como una reflexión sobre todo lo que tenemos al rededor , la vida en general , ya que podemos comparar el laberinto que aparece por todas partes con la vida ya que nunca podremos salir del laberinto de la vida y muchos de los caminos que recorremos no tiene una salida y tenemos que buscar otras vías para llegar a nuestro destino. 

Desde un punto de vista objetivo este tipo de arte es comprendido por muy pocos y desconocido por muchos ya que la mayoría de la gente no entendería estas obras como un arte.Este arte esta hecho para un publico culto y con una forma de ver las cosas desde un punto de vista mas creativo.