“Por mí y por
todos mis compañeros”
PLAYGROUNDs,
Reinventar la plaza
María
Blanco Alejandre
Oh
los maravillosos parques; esos escenarios siempre tan alegres, divertidos y
llenos de vida a los cuales todos hemos ido alguna vez a pasar un rato
agradable. Abarrotados de personas de cualquier generación como esta exposición,
todos disfrutan jugando a su manera. De eso se trata, de jugar, de relacionarte
y conseguir volver a NuncaJamás. Juegos hay tantos, casi como obras en esta no
tan infantil exhibición del Reina Sofía.
Nada
más entrar; salta a la vista que este entretenimiento ni es exclusivo para
niños, ni tampoco se centra solamente en un único lugar como puede ser por
ejemplo un fuerte-tobogán o un columpio, iluminado de fucsia y ambientado con
terroríficos ruidos que desde luego no les gustarían a mis hijos. También
llaman a su vez la atención, unas coloridas piezas en relieve de un digamos tangram
de infinitas creaciones, placenteras de manosear un entretenido rato.
Por
otra parte todo está repleto de videos, como los parques de críos. Destacan las
revueltas con un aire radical que plasman una lucha entre bandos por conseguir
el control de la plaza (un escenario principal para cualquier acontecimiento) o,
con un carácter más tranquilo y alegre como los bailes que se muestran justo en
la sala final. Inevitable mover los pies como despedida. La fotografía también
se apodera del patio de recreo, mostrando un gran despliegue escenográfico y
con un sentimiento de nostalgia bastante desolador. Instantáneas en blanco y
negro o tonos sepias (Boris Mikhailov) que en esencia revelan como los adultos
sienten la necesidad de liberar a su niño interior y simplemente relajarse a
jugar, divertirse de algún modo, inhibirse de sus responsabilidades aunque por
un instante sea. Personalmente, les daría un pase especial para Luna Park,
Coney Island o cualquier playa artificial Parr atestada, como un L.S. Lowry. No
podíamos olvidar the "visible world" de Fischili y Weiss, que en cualquier caso, intenta
satisfacer una gran necesidad que está presente en la mayoría de las personas:
viajar.
Como
este es mi juego y yo hago lo que quiero porque tengo siete años, ahora voy a
hablaros de la entramada mente retorcida de Aldo Van Eyck. Junto con el
colorido lienzo de Léger, me han resultado las obras más curiosas de examinar.
Sus formas de nebulosas armoniosas que encajan a la perfección con cualquier forma
incorpórea que se proponga, simplemente me apasionan. A su vez, me recuerdan
ligeramente a las fabulosas Torres Blancas de la Avenida América.
Pero…
¿Cuál es el entramado social de todo esto? Como bien reza el epígrafe,
“reinventar la plaza” es el motivo principal que nos acontece. Sin duda
respiramos día a día el aire tan contaminado como puro del amplio tablero que
es el Mundo, nuestro lugar principal de juegos. Se aprecia una evolución de
estas artimañas que siempre nos han mantenido entretenidos, condenados ahora a
ser esclavos de un espacio público transformado por el capitalismo alimentado
de un consumo masivo, obeso perdido…(vomito). ¿Por qué no podemos vivir en un
carnaval constante que rompa con un tiempo libre cada vez más establecido y
controlado?...Su pregunta ha sido censurada por Toys ‘R’ Us… ¡qué ironía!
Gritar
“por mí y por todos mis compañeros” para salvarnos (debería hacerse en el Congreso), inventar
trampas al escondite, dar la vuelta en un columpio, lesionarte en el tobogán…
no sé, esas cosas que tanto nos hacían reír de pequeños pero que parece que
tenemos tan olvidadas en nuestro cerebro. Quizás algún día despierte Walt
Disney y lo destruya todo pero, hasta entonces…”yo sigo siendo un niño
convencido de sí mismo, si me falta cariño yo lo arreglo con cinismo y un signo
de exclamación bien gordo” como forma de actuar.
Desconfía de quien no le gusten
los dibujos animados!
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