jueves, 2 de octubre de 2014

Teléfono rojo ¿Volamos hacia el Reina Sofía?

Paula Morales Buades

Todo el mundo ha sido niño alguna vez. ¿Dónde quedan los recuerdos de jugar a la pelota en la calle, o irte a un descampado y creerte el rey de ese terreno o intentar construir un fuerte con la chatarra que te ibas encontrando hasta el punto de que cuando llegabas a casa tu madre te reñía porque llegabas lleno de mugre? Playgrounds es la nueva exposición que se encuentra en el Museo Nacional Reina Sofía. Esta exposición lleva una gran carga social reflejándola desde el carnaval hasta la reinvención de la plaza. En esta muestra aparecen grandes artistas como Francisco de Goya, Helen Levitt, Vito Acconci, Teatro Rojo, Aldo Van Eyck y Joan Colom entre otros. Contiene alrededor de 300 obras de diversos formatos: desde la pintura, pasando por el cine y la fotografía hasta instalaciones de parques a escala real. Esta exposición es otra manera de ver los espacios públicos, cargados de crítica política que nos descubre las posibilidades de un nuevo mundo a partir de los desechos del mundo (descampados, ruinas…).

La muestra está dividida en dos partes que éstas contienen diversas secciones, cada una relacionada con un espacio concreto y socializador. Por una parte, todo empieza con la actualidad del carnaval y el derecho a la pereza donde se muestra el mundo al revés, expresando así, el deseo de reinventar la democracia en el espacio público y la reivindicación por el derecho al tiempo libre, pero que en realidad todo es fruto del capitalismo en el cual, inconscientemente, te utilizan solamente para el consumo. Luego, aparecen las secciones que te están descubriendo la ciudad como terreno de juego, donde nos recuerda cuando éramos niños que jugábamos en las calles, descampados, es decir, creábamos nuestro “junk playground” donde éramos felices. Además, los parques en descampados se construyeron en lugares bombardeados y residuales fruto del capitalismo. Estos lugares eran como una terapia para los niños en torno a su capacidad constructiva. En este campo, la muestra nos enseña modelos de playgrounds desde maquetas hasta gravados y planos, donde Constant es el artista protagonista. Por otro lado, llegamos a las secciones que contienen una gran carga social. La Guerra Fría conlleva a la revuelta por la libertad y las ganas de vivir la vida al límite, dejando de lado la vida del espectáculo, la vida que nos tiene acorralados en un mundo donde solo hay una guerra, donde se hace referencia a un espacio de juegos, un espacio cambiante según esta sociedad de consumo, esta guerra de consumo que acaba con un conjunto fotográfico que representan soluciones urbanísticas. Finalmente, aparece la idea de reinventar la plaza donde se recoge todo tipo de información sobre manifestaciones, asambleas y acampadas que reflejan la reinvención de un lugar público en el cual se demuestra una nueva organización y una vida en común fuera del capitalismo y la sociedad de consumo.


Playgrounds es una manera de reivindicar el sistema capitalista frente a la libertad de vivir donde se usan espacios públicos para reflejar esa idea; y como el juego y el arte nos muestran como un niño se divierte creando su propio orden, es decir haciendo de un lugar desordenado, como un descampado, mediante la imaginación,  poder crear un lugar donde uno es feliz, dejando atrás ese sistema que nos detiene dentro de un orden. Ya que un  artista para crear, antes tiene que desordenar, tiene que ser libre ante la creación. Ya lo decía Benjamín Constant que la libertad no es otra cosa que aquello que la sociedad tiene el derecho de hacer y el estado no tiene el derecho de impedir.

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