Teléfono
rojo ¿Volamos hacia el Reina Sofía?
Paula
Morales Buades
Todo el mundo ha sido
niño alguna vez. ¿Dónde quedan los recuerdos de jugar a la pelota en la calle,
o irte a un descampado y creerte el rey de ese terreno o intentar construir un
fuerte con la chatarra que te ibas encontrando hasta el punto de que cuando
llegabas a casa tu madre te reñía porque llegabas lleno de mugre? Playgrounds
es la nueva exposición que se encuentra en el Museo Nacional Reina Sofía. Esta
exposición lleva una gran carga social reflejándola desde el carnaval hasta la
reinvención de la plaza. En esta muestra aparecen grandes artistas como
Francisco de Goya, Helen Levitt, Vito Acconci, Teatro Rojo, Aldo Van Eyck y
Joan Colom entre otros. Contiene alrededor de 300 obras de diversos formatos:
desde la pintura, pasando por el cine y la fotografía hasta instalaciones de
parques a escala real. Esta exposición es otra manera de ver los espacios
públicos, cargados de crítica política que nos descubre las posibilidades de un
nuevo mundo a partir de los desechos del mundo (descampados, ruinas…).
La muestra está
dividida en dos partes que éstas contienen diversas secciones, cada una
relacionada con un espacio concreto y socializador. Por una parte, todo empieza
con la actualidad del carnaval y el derecho a la pereza donde se muestra el
mundo al revés, expresando así, el deseo de reinventar la democracia en el
espacio público y la reivindicación por el derecho al tiempo libre, pero que en
realidad todo es fruto del capitalismo en el cual, inconscientemente, te
utilizan solamente para el consumo. Luego, aparecen las secciones que te están
descubriendo la ciudad como terreno de juego, donde nos recuerda cuando éramos
niños que jugábamos en las calles, descampados, es decir, creábamos nuestro
“junk playground” donde éramos felices. Además, los parques en descampados se
construyeron en lugares bombardeados y residuales fruto del capitalismo. Estos
lugares eran como una terapia para los niños en torno a su capacidad constructiva.
En este campo, la muestra nos enseña modelos de playgrounds desde maquetas
hasta gravados y planos, donde Constant es el artista protagonista. Por otro
lado, llegamos a las secciones que contienen una gran carga social. La Guerra
Fría conlleva a la revuelta por la libertad y las ganas de vivir la vida al
límite, dejando de lado la vida del espectáculo, la vida que nos tiene
acorralados en un mundo donde solo hay una guerra, donde se hace referencia a
un espacio de juegos, un espacio cambiante según esta sociedad de consumo, esta
guerra de consumo que acaba con un conjunto fotográfico que representan
soluciones urbanísticas. Finalmente, aparece la idea de reinventar la plaza
donde se recoge todo tipo de información sobre manifestaciones, asambleas y
acampadas que reflejan la reinvención de un lugar público en el cual se
demuestra una nueva organización y una vida en común fuera del capitalismo y la
sociedad de consumo.
Playgrounds es una
manera de reivindicar el sistema capitalista frente a la libertad de vivir
donde se usan espacios públicos para reflejar esa idea; y como el juego y el
arte nos muestran como un niño se divierte creando su propio orden, es decir
haciendo de un lugar desordenado, como un descampado, mediante la imaginación, poder crear un lugar donde uno es feliz,
dejando atrás ese sistema que nos detiene dentro de un orden. Ya que un artista para crear, antes tiene que
desordenar, tiene que ser libre ante la creación. Ya lo decía Benjamín Constant
que la libertad no es otra cosa que aquello que la sociedad tiene el derecho de
hacer y el estado no tiene el derecho de impedir.
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