TIEMPO PARA EL DISFRUTE

Cristina Salomé Gil San Martín

    ¿Fotos que recuerdan a unas vacaciones veraniegas en el Reina Sofia? No, no es eso, es algo mucho más complejo, es Playgrounds y como su propio nombre indica es un campo de recreo, una cancha, un lugar de juegos…donde trasciende algo más que lo lúdico, donde trasciende la buena vida. Una exposición en la que el juego, la distracción y el tiempo libre abarcan toda la temática, ya no hay cabida para los tiempos de conflicto. Una temática que rompe con las reglas establecidas y con la política del momento y que se reinventa, saliendo de lo cotidiano, de lo aburrido, dejando de lado horarios, normas elitistas y absolutistas, es tiempo de darle cuerda al reloj y  seguir jugando. Una oda al tiempo libre y al disfrute donde encontramos obras que nos acercan a secuencias históricas, a momentos determinados de la vida de alguien y que perfectamente puede reflejar la nuestra propia. Una exposición de arte contemporáneo que nos muestra una transición tanto artística como histórica, desde finales del siglo XIX hasta nuestros días con la ayuda de dispositivos de archivos, videos, fotografías, esculturas…de gran calidad.

    Y con un gran abanico de artistas que van desde André Breton (Tinchebray, Francia 1896), pasando por Vito Acconci (Nueva York, 1949) y terminando por Marcelo Expósito (Puertollano, España 1966) entre otros.

    Las obras nos acercan a una propuesta y a un objetivo determinado, poner el espacio público al servicio de la sociedad para que lleven a cabo actividades lúdicas junto a  un profundo cambio social. Una sociedad triste, hundida que busca una salida en los terrenos que habían quedado desolados por la guerra y allí donde la mano del hombre arrasó todo lo que encontraba a su paso, ahora se levantan parques, zonas comunes para las actividades… recuperando espacios muertos, llegando a obtener beneficio de lo que fue la basura de una ciudad.

    Playgrounds, el concepto por excelencia de la década de los sesenta, sin dejar de lado por supuesto al famoso y mundial movimiento hippy (¡cómo olvidarlo!), predicaba la importancia del juego como teoría del cambio social y donde el crecimiento económico y laboral permitieron una mejora de las condiciones de vida, estableciéndose un horario laboral entre otros.

    El desarrollo desmesurado de los medios de comunicación hace posible conocer todos los acontecimientos a nivel mundial, un mundo optimista con “derecho a la pereza” y donde “los desechos del mundo, son el nuevo mundo: nacen leyes nuevas donde no hay ley”, a pesar de la contraposición política: por un lado, la capitalista y por el otro, la socialista a demás del colonialismo, la discriminación racial, los regimenes autoritarios… surgen movimientos contrarios a esta dura política, con un “no a hacer  la guerra y un si a hacer el amor”, el ya nombrado famoso movimiento hippy.

    A partir de aquí junto a esta nueva forma política y social de entender el tiempo libre y los espacios dedicados a ello, también tenemos que tener en cuenta el arte como la herramienta para difundir y entender este cambio porque es en este período histórico cuando se producen las diferentes corrientes artísticas de gran trascendencia, resaltando el arte pop, caracterizado por ser una interpretación a las reacciones de la época, para ello se emplearon imágenes tomadas en las calles de la ciudad y a su gente, estas eran sacadas de periódicos, anuncios, medios de comunicación, cine…  una completa oposición al pensamiento elitista de las Bellas Artes, como una oposición era el concepto playgrounds para la dura salida tras el duro período.

    Es en este momento cuando el concepto playgrounds se asocia al homo ludens de Johan Huizinga. Donde el termino traducido al español significa “hombre que juega”, una teoría de juegos con una gran importancia social y cultural, un ensayo sobre la función social que desempeña el juego. En el origen el hombre fue catalogado homo sapiens, hombre que sabe, y más tarde como homo faber, que fabrica. Pero estas nuevas expresiones tanto playgrounds como homo ludens hacen referencia a una ideología moderna donde se pretende señalar la importancia del juego en el desarrollo humano, el acto de jugar es innato en la cultura humana por lo que va unido.