UNA NECESIDAD PRIMORDIAL
Múltiples autores
Miguel
García Saurí (1º Historia del Arte)
En el museo Reina Sofía se expone Playgrounds, “espacio de juego” en español, que hace referencia a
toda la evolución que ha tenido el juego en general, los parques y la diversión
colectiva a lo largo del tiempo desde finales del siglo XIX hasta la
actualidad.
Jugar es algo que hacemos todos, soliendo ser un referente
hacia los niños y los más jóvenes, cuando realmente es un método para
divertirnos, sin importar la edad. Muchas veces molesta ver que alguien se ríe de
alguien (comentando negativamente con tonos burlescos) cuando se entretiene de
formas que pueden tacharse fácilmente de infantiles, sin embargo esto no es más
que una mentalidad colectiva debida a ridículos convencionalismos. Cualquiera
puede jugar y en este museo se colocan pruebas que lo demuestran. Esta
exposición cuenta con alrededor de 300 obras que nos intentan hacer reflexionar
sobre los espacios públicos como un tablero de juego en el que se juega de diferentes
maneras y sobre los carnavales y sus sentidos actuales vinculándolo a la
revolución industrial, a un principio capitalista y profundizando en el hecho
de los espacios públicos amenazados por las nuevas fuerzas económicas.
Se muestra cómo los parques se han colocado en muchas partes
de las ciudades, en un principio con la madera y posteriormente añadiendo otros
elementos, llegando a realizar pequeñas recreaciones de barcos, fuertes y
figuras (cohetes, tanques, animales, etc) para influenciar en la
imaginación de los niños que pasan el rato en estos lugares. También hay
numerosas fotografías que confirman el aprovechamiento, por parte de los más
jóvenes, de los espacios afectados por las consecuencias de la guerra, de
manera que se acostumbrasen a realizar trabajos físicos mientras pasaban un
buen rato y se divertían. Incluso hay muestras de parques enteros que han sido
realizados con materiales reciclados. Todo esto nos viene a decir que esta
necesidad que tenemos las personas de pasarlo bien es inagotable en el sentido
de que aprovechamos cualquier cosa con este fin.
Más allá del juego en si, se nos muestran fotografías y
documentos que informan de que hubo un momento de la sociedad que impulsó la
creación de espacios y actividades para ocupar el tiempo libre de las personas,
porque fue un momento en el cual los horarios de trabajo eran más reducidos y
las condiciones laborales no eran ya tan penosas. Esto mismo sigue haciéndose
hoy con parques de atracciones y recintos cubiertos con una enorme piscina
donde se realizan actividades acuáticas para toda la familia.
Entrando en el tema del carnaval nos topamos con una enorme
crítica y revolución social, llegando a convertirse en auténticas
manifestaciones. Los carnavales tienen distintos modos de ser expresados según
el lugar de procedencia y en esta exposición se nos muestran caricaturas y
fotografías que llegan incluso a ridiculizar las diferentes formas en las que
se expresa, haciendo ver un dadaísmo hacia estas costumbres.
También hay una sala en concreto que sorprende tan solo por
una curiosidad que puede parecer de poca importancia, hablo de una estancia con
un reproductor que muestra continuamente fotografías de niños jugando en una
pared y rodeada de otras más pequeñas que hablan sobre la falta de parques.
Pero a lo que quiero llegar es a un sonido constante, el de las risas y voces
de los niños que, si uno se fija, hace que parezca estar en un parque.
El tema resulta interesante para todos, ya que nuestra
especie tiene la necesidad de divertirse por poco pragmática que sea la
actividad en cuestión, de ahí que los juegos (como el arte a su vez) y todas sus variedades no desaparezcan.
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