Said Masías Carranza
¨ Se sueña antes de contemplar
todo paisaje, es una experiencia onírica¨
Viajamos Alrededor del Sueño 4 de
Ángel
Marcos, fotógrafo especializado en el género paisaje, dentro de la
cultura de la contemporaneidad.
La
cotidianidad, la continuidad, la supervivencia, lo superfluo y los no
paisajes son una constante en sus obras. Son los paisajes los
protagonistas y no las personas, las personas son elementos
secundarios en sus obras.
Ángel
Marcos encierra el paseo que realizaremos en un torreón que ayuda de manera casi
mística a la experiencia onírica de la que vamos a ser partícipes.
Paseos
por New York, sus calles, sus edificios, su desarrollo, lo que antes
fue y lo que intenta ser hoy, la vida continúa, las marcas casi han
cicatrizado, el odio no.
Nos adentramos a Cuba, Cuba y sus
contrastes, una mirada mestiza, el saber y el revolucionario Régimen
Castrista, tal vez una muestra de lo que podríamos llamar fracaso de las esperanzas pero que sus iconos no se atreven a aceptar, su bloqueo económico actual contrasta paradójicamente con la figura de un teatro, que para más inri se llama América.
Por fin llegamos a Oriente, a China, la iluminación cenital quizás nos querrá enviar algún mensaje. Oriente, seguimos con los contrastes de una urbe supuestamente emergente que constituye una potencia mundial, que sin embargo en su seno convive la miseria extrema y la explotación de la mano de obra y las grandes empresas capitalistas inclusive el mundo financiero que empiezan a dominar. La
iluminación le dá un aire dramático, casi tenebroso digno de esta situación
Queda
claro que el ideal concebido por Ángel
Marcos es Europa, Europa que tiene una vieja y larga memoria, la que
por tanto tiene más historia y por ello es la que con más motivo no debe ser presa de su pasado. El escenario elegido en este caso es
Madrid, Madrid y lo típico, Madrid y lo atípico, Madrid y sus
tópicos. Lugares en los que nos reconocemos, sentimos parte de
nosotros y soñamos con más intensidad al saberlos nuestros.
Ángel
Marcos nos hace testigo de su amor hacia los travellings y los
paneos, ya que son algo evidente, su objetivo que la sensación de
viaje y movimiento nos acompañe hasta el final.
Llamativos
son los 2 cortos, uno por lo que nos cuenta y el otro por lo que nos
muestra y deja soñar.
Definir
el comportamiento humano como una circunstancia es algo más que
acertado. El jilguero no ha sido liberado, el jilguero ha sido
amaestrado y ha aprendido de sus circunstancias. Fue encontrado
preso, parecía que esa era su naturaleza, posteriormente fue
liberado, posee una liberación engañosa, aún sigue atado por los
transparentes hilos de la urbe.
Como
si de una escena de ¨Tiempos Modernos¨ se tratara, los movimientos
repetitivos de las máquinas se fusionan con los suyos, condenado a
comportarse de una manera establecida para poder sobrevivir.
Nuestro
recuerdo conforma el pensamiento, nuestro recuerdo construye cada
paisaje, cada tienda, cada escaparate, cada imagen romántica o
hiriente, lo que fue o lo que nunca pudo ser, se queda plasmada en
nuestra retina a través de cada fotograma, de esa película que nos
montamos a través de este viaje.
Las
ciudades, esas grandes protagonistas, que sería de Woody Allen o
Joaquin Sabina si no existieran, o quizás ya no existen, solo
existen los sueños fantasmas de esas ciudades, nos hemos reducido a
símbolos y a iconos, donde los humanos somos personajes
secundarios, hemos dejado vacías las calles y solo viven en ellas
nuestros anhelos.
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