UNA GENERACIÓN DE
IDIOTAS
Lorena
Castillo Dualde (1º Historia del Arte)
Daniel Canogar que se presenta a si mismo como un artista-arqueólogo,
nos presenta en la Galería Max Estrella su último trabajo, Small Data, con el que explora la vida y la muerte de la
electrónica de consumo presentando una serie de dispositivos electrónicos
abandonados, organizados en una especie de baldas individuales como si fueran
restos frágiles de fósiles de una época pasada, y los cuales reciben
proyecciones cenitales. Estas proyecciones están orientadas con precisión sobre
el material escultórico, dando la impresión de que las tecnologías obsoletas
han resucitado. Canogar pretende que estas instalaciones animen lo inanimado.
Esta exposición intenta revelar las memorias que permanecen
atrapadas en el interior de los dispositivos electrónicos. A lo largo de
nuestra vida desarrollamos una relación muy íntima con nuestros objetos, en
este caso los dispositivos electrónicos, los cuales en la mayoría de los casos
se convierten en guardianes de nuestros recuerdos, y en nuestra principal
herramienta de comunicación, hoy en día, en pleno siglo XXI con el mundo
exterior. Esta serie es una reacción a la extensa investigación que hizo
nuestro artista, Daniel Canogar, sobre el concepto Big Data, la gran obsesión ahora en la zona de California, lugar
donde desarrolló el proyecto gracias a una residencia en Silicon Valley, meca
de la tecnología y la informática. Los sistemas analíticos son capaces de
controlar ingentes cantidades de datos que producimos en contacto con internet,
plataformas archiconocidas como lo es el gran gigante Google, por ejemplo, analiza y almacena las más de 3.000 millones
de búsquedas diarias que se hacen en su buscador. Fue entonces, cuando según
pasaban las semanas entre un sinfín de reuniones con gente del sector
tecnológico cuando espantado con ese sistema panóptico, tuvo la necesidad de
hacer algo, algo muy pequeño y personal, algo que fuera una especie de antídoto
al mundo Big Data. Justo en ese
instante se empezó a gestar este gran proyecto de Canogar. Un proyecto que nos
propone una mirada íntima hacia el aspecto más frágil de la tecnología que
domina la sociedad. A través de este trabajo, Canogar intenta dar vida a estos
materiales que ya han muerto, intenta mostrar sus secretos, reavivar la memoria
colectiva que contienen en su interior para construir de este modo, un retrato
de la sociedad y de toda una época.
Con la tecnología buscamos burlar el tiempo, pero,
exactamente ¿quién domina a quien en este particular universo tecnológico en el
que estamos todos inmersos día tras día? El caso es que hay una simbiosis
demasiado intensa con las tecnologías, por lo que no es útil verlas como algo
que viene de fuera y que nos somete, ya que física y psicológicamente
canalizamos gran cantidad de nuestra vida emocional a través de estos aparatos.
El mismo Canogar declara abiertamente su adicción a la información, pero
actualmente en esta era tecnológica en la que vivimos, necesitamos ponernos
unos límites, sino entramos en un limbo sin sentido donde la realidad se aplana
y deja de tener matices. Con esto, quiero resaltar que el ser humano es tan
complejo como su relación con las tecnologías que le rodean, teléfonos móviles,
ordenadores, e incluso mandos a distancia, y esa enrevesada relación es uno de
los temas centrales de esta exposición. Precisamente con Small Data pone de manifiesto su interés por mostrar la relación
emocional e íntima que tenemos con las tecnologías de consumo doméstico.
Por último me gustaría hacer hincapié en el hecho de que no
debemos ser esclavos de las tecnologías, ya que desgraciadamente estamos
generando un mundo de máquinas, zombis, y disculpad la expresión, de idiotas.
¿Se está cumpliendo el pronóstico de Albert Einstein?
“Temo el día en que
la tecnología sobrepase nuestra humanidad, pues el mundo sólo tendrá una
generación de idiotas”.
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