miércoles, 24 de septiembre de 2014

La dualidad entre lo real y el sueño

Sara García – Alegre (1ºer año Historia del Arte)

El arte dual de la fotografía puede provocar la capacidad de no saber si estás soñando o estás despierto.  Es en ese  momento en el que se capta  la mirada de la vida como una bocanada de aire fresco. La maravilla que permite que algo efímero como una sonrisa de un niño quede atrapada en un marco de eternidad.
Ángel Marcos (1955, Valladolid) En su exposición “Alrededor del Sueño4”  consigue captar esa esencia, esa capacidad de nublar la mente  y sumir al visitante en algo parecido a un sueño que traspasa el umbral de una simple fotografía.  

Un espacio destinado al campo y las flores es nuestro anfitrión en este viaje fotográfico. Si cerramos los ojos podremos imaginarnos en un lugar tranquilo, pero al poco rato vemos como se va desencadenando el bullicio de las ciudades.

Marcos da una visión de diferentes puntos y ángulos de la ciudad de Madrid, unas imágenes en blanco y negro que evocan momentos y etapas de una historia. La nostalgia de esos edificios que, con el paso del tiempo, han desaparecido o se han camuflado entre los recién nacidos. Unas imágenes que, sin tener una importancia estética,  muestran un Madrid sincero, auténtico y tradicional.
La técnica usada en estas fotos y en otras obras de la exposición es la llamada cámara oscura junto con el apoyo de un mayor número de luces externas, creando así una forma distinta de ver la imagen, dándole un novedoso y en ocasiones hipnotizarte resultado.
Algunas de estas imágenes tienen una trayectoria continuada en la que podemos ver una evolución de la ciudad como un puente entre lo antiguo y lo nuevo. De cómo lo antiguo aún puede ser encontrado entre la novedad y la tecnología. En el ámbito más moderno de la ciudad, encontramos algunas imágenes desoladoras, imágenes rudimentarias, pero que, en su normalidad podemos apreciar un sentimiento de belleza y novedad. Un Madrid nocturno, lleno de gente, de coches… el bullicio de una ciudad que no duerme y que está en un constante ajetreo social y cultural.
El artista nos da a conocer una imagen hermosa a la vez que culta del Madrid que todos conocemos, una parte más serena y pausada, donde conviven en armonía museos, estatuas y naturaleza.
Ángel Marcos fija su mirada en otros países cuyas temáticas son muy diferentes, como es el caso de China, Cuba, Nueva York…
Vemos unas imágenes un tanto desoladoras, pero reales, mostrando una sociedad en ebullición y,  en algunos casos, muy empobrecida. Fotos que muestran una soledad del territorio, la pobreza, el cambio político…

En el caso de Cuba muestra una sociedad marcada por la guerra y el pensamiento político, como una parte de esa sociedad acepta lo que ve y se reafirma en ello y otra parte que huye o simplemente pretende no ver. La riqueza y la pobreza conviven de la mano en una sociedad restringida y corrupta.

En el caso de Nueva York las imágenes son luminosas, cotidianas y muy mundanas. El espectador puede perderse entre las calles llenas de gente, o ver a vista de pájaro una ciudad en movimiento. Encontramos un Nueva York antiguo, imágenes que en cierto sentido parecen un sueño pasado y muy lejano que ha quedado destronado por la gran Metrópoli de hoy en día.

Pasear por esta galería es vagar en un mundo variado y pintoresco, un torrente de información de varias épocas conviviendo entre ellas en un mismo espacio con entera naturalidad. Destinado al disfrute y a la evasión, como un sueño dentro de una amarga pero bella realidad.

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