VIDA INERTE
SARA MONTERO GONZÁLEZ
El artista internacional Daniel Canogar, nacido en Madrid en
el año 1964, y que ha realizado exposiciones en diversos museos alrededor del
globo terrestre, llega a Madrid con su exposición “Small Data”. Podemos
encontrarla en la galería Max Estrella, la cual ha reunido entre sus cuatro
paredes artistas tanto nacionales como internacionales, centrándose en un arte
más contemporáneo. Daniel Canogar nos da una pista del tema de su obra con el
título de la exposición, “Small Data”, juego de palabras a colación del término
“Big Data”, que en el sector de tecnologías de la información y la comunicación
es una referencia a los sistemas que manipulan grandes conjuntos de datos.
Daniel Canogar utiliza en su obra abundantes recursos
audiovisuales. En uno de sus últimos trabajos, “Midnight Moment”, adopta estos
recursos con las pantallas de Times Square en Nueva York. Al entrar en la
galería se aprecia austeridad y sobriedad en las paredes de la sala, causando
que el visitante muestre mayor atención en las obras. Éstas, están exhibidas en
baldas individuales, dotando a cada pieza de la misma importancia que la
anterior. Sobre estas baldas se encuentran piezas, de lo que en su momento fue
un aparato electrónico (placas, teclados de ordenador, calculadoras…). A primera vista es un objeto inútil, pero la
sorpresa llega cuando el proyector que se encuentra sobre la obra se enciende.
Podríamos decir que la obra es un cementerio tecnológico, que con las
proyecciones devuelve la vida a los objetos, pero al igual que se encienden se
apagan, devolviéndote a la realidad, donde lo que se observa no es más que un
montón de chatarra. Esta observación nos recuerda a la película “Matrix”, donde
el protagonista vive en un mundo virtual del que es rescatado y cuando
despierta se da cuenta de cómo es la realidad. Se encuentra en un mundo donde
existe la supremacía de las maquinas sobre los humanos y en cierta medida es lo
que ocurre en la exposición de Canogar, pues encontramos presente las maquinas,
pero no las personas.
En la actualidad el mundo gira en torno a las nuevas
tecnologías, siendo una parte importante del día a día. ¿Quién no tiene hoy en día un teléfono móvil? La gran
mayoría de la población está subordinada a las nuevas tecnologías, ya sea por
cuestiones de trabajo o por la comunicación social. El historiador francés Voltaire dijo: “El
arte de la vida consiste en hacer de la vida una obra de arte”. Canogar no podría haber interpretado mejor
esa frase. En su obra utiliza piezas de elementos electrónicos deteriorados que
forman parte de cada casa, apenas útiles para el resto de las personas. De los
desechos crea algo bello, componiendo una nueva concepción del arte, donde
encuentra en elementos pobres, algo estético… una nueva idea de belleza.
El autor con la obra pretende hacer una crítica de la
dependencia a la tecnología en la sociedad mundial. Otros artistas también han
realizado críticas sobre este mismo tema, como el artista callejero Bansky, con
una de sus obras llamada “Mobile Lovers”. Canogar también pretende desencadenar
recuerdos en nuestra memoria, mostrándonos esos primeros teléfonos móviles de
enormes dimensiones que todos hemos tenido, o con una simple aparición de un
personaje de videojuegos llamado Mario Bross. Los humanos sentimos cierto apego
a los objetos que nos pertenecen, que han formado parte de nuestra vida, de una
época. Es por eso que nos cuesta desprendernos de ellos, y almacenamos y
almacenamos hasta que realmente no recordamos el por qué lo hicimos,
encontrándonos con trastos viejos e inútiles.
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