Sueño urbano
Ángel Marcos
Andrea Florido Cabrillana (1º Historia del Arte)
En Alrededor del sueño 4, Ángel
Marcos nos guía, mediante fotografías, por el Madrid del siglo XXI,
no solo centrándose en los monumentos más característicos si no
también en lugares menos conocidos y secretos, al mismo tiempo que
nos presenta varias instantáneas de los tres proyectos anteriores,
en los que mostraba fotografías de Nueva York, La Habana y , que han
servido de inspiración para esta última exposición centrada en la
capital española.
La ciudad es la protagonista del lugar,
no solo como sujeto principal de las fotografías, donde los
edificios ocupan toda la escena sin dar oportunidad a que los
ciudadanos participen en la obra; la ciudad también está en la
instalación. Al entrar en el recinto, encontramos un espacio
repleto de sillas desde el que se puede observar una enorme cantidad
de fotografías expuestas verticalmente, dispuestas en espiral en una
estructura de metal, que ocupa el centro de la sala, a modo de
rascacielo. Alrededor de las sillas, una serie de fotografías de
flores en unos soportes que recuerdan a las señales de tráfico o a
los carteles publicitarios, haciendo de algo normalmente ligado al
espacio rural, una naturaleza urbanizada.
Pese a que en la primera planta
encontramos imágenes de las capitales de EEUU, China y Cuba, en el
resto de la exposición vemos diferentes partes de Madrid, tanto en
formato visual como audiovisual, ya que la exposición incluye dos
vídeos, uno de ellos ligado a la Residencia de estudiantes.
El sueño que da nombre a la exposición
aparece continuamente en las imágenes. Entre ellas, hay que prestar
especial atención a a serie de fotografías del Palacio Real, cada
vez más difuminadas, como si mientras observas el que antaño fuera
el símbolo de poder de la monarquía española, fuera perdiendo
fuerzas al mismo tiempo que te sumerges en el sueño urbano, donde el
poder está representado de otras formas menos obvias, que, no
obstante, el objetivo de Ángel Marcos trata de mostrarnos, ya sea
mediante anuncios o a través de algunas calles que pese a sus
ilustres nombres, irónicamente, están desiertas y parecen faltas de
la cultura que establecen los carteles que las nombran. Sin embargo,
el Palacio Real no es el único símbolo de poder obvio que presenta
la exposición. Las fotos hacen un recorrido histórico por la
política de Madrid, destacando, más allá de las ya nombradas, el
Prado, donde se expone toda la colección de pintura que perteneció
a la familia real española, con la estatua de Velázquez, uno de los
artistas más importantes de la historia del arte española cuya
carrera estuvo enfocada mayoritariamente a pintar cuadros para la
realeza o la estatua en corveta de Felipe IV, en la cual
intervinieron personalidades como Velázquez, Juan Martinez Montañés, Juan de Bolonia, Pietro
Tacca y Galileo Galilei al tratarse de la primera escultura en la que
el caballo se mantiene sobre sus cuartos traseros y precisa de muchos
cálculos para mantener el equilibrio. Sin embargo, no todo rastro de
poder monárquico data de siglos pasados. En las fotografías de
Alrededor del sueño, podemos ver cómo las zonas más importantes de
la capital están adornadas con banderas monárquicas que nos
recuerdan que tres siglos más tarde, la corona sigue siendo una
parte importante y poderosa dentro del país.
Otros elementos oníricos de la
exposición son los elementos ajenos a la imagen que se han incluido
en estas mediante fotomanipulación, al igual que en los sueños
pueden aparecer elementos fantásticos en un paisaje relativamente
realista, que nos hacer ver a la ciudad como algo que muchas veces
traspasa los límites de la imaginación.
Una exposición que nos hace descubrir
aspectos desconocidos del que para muchos es nuestro hogar y que, a
su vez, están a la vista. Solo hay que despertar del sueño urbano.
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