lunes, 29 de septiembre de 2014

Organismo Digital


Organismo Digital
Iñigo Herranz Ketterer

-“Small Data” DANIEL CANOGAR. GALERÍA MAX ESTRELLA

Daniel Canogar es un fotógrafo que se dedica al espectáculo visual mediante la fotografía, video e instalación de los mismos para crear efectos sorprendentes al ojo humano. Se puede decir que la exposición de dicho autor en la galería Max Estrella no se queda corta al igual que exposiciones anteriores aunque de mayor envergadura como “Clandestinos” en Rio de Janeiro, Madrid y Roma en las que se puede observar mediante la técnica de la proyección sobre monumentos típicos de dichas ciudades como la Puerta de Alcalá en Madrid gente trepando. El resultado de sus exposiciones se puede decir que es sorprendente ya que las técnicas visuales utilizadas dan vida a algo que creíamos muerto o inerte, pero lo especial es que a dicho autor se le ocurre resucitar o dar vida a dichos objetos, piedras o lo que se proponga, como si estos fueran organismos vivos o darles dinamismo como en “Clandestinos”, el caso es que por ejemplo con un número concreto de piezas de teléfonos móviles parece que estamos recibiendo una llamada con el uso del video cenital perfectamente medido al espacio a representar, dicho video hace jugarnos la ilusión óptica.

En la exposición “Small Data” no solo nos encontraremos móviles, es un lugar de ecologismo y reutilización de lo que sería actualmente la basura digital que desechamos en nuestras casas a pesar de que siga funcionando debido a que éstas se quedan obsoletas, sería por lo normal en nuestros tiempos, también lo que se está haciendo es una crítica a todos los desechos electrónicos de hoy en día que cada vez son más en menos tiempo, por lo tanto dicha expresión artística no solo se queda en los restos del organismo digital de un teléfono móvil, está abarcando todos los aspectos de la tecnología doméstica de hoy en día. Nos podemos encontrar por diversas partes de la sala distintos aspectos domésticos pero no nos podemos olvidar del principio  que ante todo simbolizaría el cerebro de la tecnología, un gran y prodigioso chip que con la ayuda y necesidad primordial del efecto visual realizado reproduce un sistema de puntos y autovías luminiscentes a base de éste como si siguiera mandando la información al “hardware”, un cerebro muerto al que se juega a dar vida de la misma manera que a todos los objetos presentes. Pero más allá de dicho cerebro se puede encontrar una impresora, un escáner, una calculadora, números digitales, etc todos ellos como espectros magico-fantasticos de su vida anterior.

En cuanto a la exposición se la podría calificar de un cementerio lleno de cachivaches zombie-digitales que buscan danzar con el efecto visual a modo espectral y que le ayuda al autor a inundar la sala con el sentido digital que anteriormente tenían, pero de una manera más creativa, se realiza de tal manera la exposición que es como si volviéramos a meternos de lleno en lo que vivimos con dichos objetos, como ejemplo podría ser el revivir la infancia de los que tuvieron una “Game Boy"  con el juego de Mario Bros, los mandos de la televisión e imaginar cuantas horas hemos pasado delante del televisor viendo películas o canales televisivos, las teclas de un teclado de ordenador y ver danzar las letras, palabras y todas las cosas que se han podido escribir con ellas. A fin de cuentas siempre nos quedaremos con la nostalgia de la era informática de preguntarnos dónde estará mi primer teléfono móvil, se puede decir que como la ultima obra todo es una cadena de montaje y que por mucho que guardemos nuestro primer móvil ahí se quedara guardado, sin ninguna utilidad por que vendrá uno nuevo.

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