jueves, 25 de septiembre de 2014

EL YIN Y YANG: ILUSIÓN VS REALIDAD.

Esther Martínez Yepes.


Ángel Marcos trabaja en el espacio donde todo, se vuelve nada, donde nada resulta ser todo, donde todo es posible pero puede que nada se consiga hacer... ¿o si? El tema principal que utiliza en su exposición de fotografías es el de las ciudades, pero se percibe una diferencia en cuanto a la perspectiva en la que nos podemos situar frente a este asunto, observamos una dualidad de pensamientos frente a las ciudades. Una de las opciones nos ambienta en el ideal de la ciudad, en el sueño utópico que crearon, es vista como progreso del hombre, como ideal de una vida perfecta que podemos conseguir viviendo en ella, un lugar lleno de esperanzas, donde todo es posible... es el imaginario creado desde el siglo XIX, cuando las ciudades comenzaron a captar protagonismo. Por otra parte, recurre al mundo contrario donde presenta la realidad de las ciudades, como se vive en ellas y no la ilusión que se tiene de ellas.

Y esta primera idea utópica ¿de donde proviene? ¿Cuando cambia el concepto para que los artistas comiencen a plantearse “la cara oculta” de las ciudades? En el siglo XIX las personas se trasladan a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida. Los artistas buscan la representación de temas nuevos y estarán muy ligados a la temática de “la ciudad moderna”, les interesará el cambio constante y unido a ello incluyen a los caminantes de las ciudades. Es lo contrario que busca Ángel Marcos, no muestra interés por las personas que viven en la ciudad sino por la configuración de la ciudad, por los grandes iconos de cada una de ellas y por los lugares más alejados donde prácticamente no hay nadie. Como Thomas Annan, fotógrafo del siglo XIX que documenta sitios marginados y los lugares peligrosos, tema de interés para el artista ya que para realizar muchas de sus fotografías se marcha a zonas alejadas del centro de la ciudad. En “Alrededor del sueño 4” muestra 4 ciudades: Nueva York, Cuba, China y Madrid y el protagonismo recae sobre estas y sus monumentos, sus iconos, dejando de lado las personas que la componen. En este momento es cuando configuran la ciudad que ahora conocemos, se crean los signos de identidad nacional como los que recoge en sus imágenes de Madrid aunque con la particularidad de cambiar los puntos de vista para darnos perspectivas diferentes de lo mismo.

Otro fotógrafo importante fue Eugène Atget, sus trabajos se centran en el parís cambiante, melancólico que añora lo que nunca más va a volver a ser. Sin embargo Marcos se centra en el Madrid que no cambia, en los iconos que se reconocen, el que ha permanecido prácticamente intacto desde su creación. A partir del siglo XX, nos encontramos con dos opciones contrapuestas, la ciudad efervescente y el efecto contrario: la soledad, el anonimato, tristeza, nostálgia... esa parte también intenta capturarla el artista a través de sus fotografías. Pero muchas ciudades son bombardeadas en las guerras y la destrucción también permite llevar a cabo la ciudad utópica, no estando limitado por la estructura previa. ¿Pero realmente se consigue la ciudad utópica?

Por otro lado pensaban que debían aprovechar las ventajas que les proporcionaba la ciudad, como andar sin destino fijo, perderse en la ciudad, entender la ciudad como un laberinto. El modo de plantear las imágenes de Madrid que realiza Ángel recuerda a un laberinto ya que las imágenes aparecen superpuestas unas con otras. Traza un recorrido a través de la ciudad con sus fotografías. La publicidad en carteles que de alguna manera te marcan el camino que debes llevar como en un laberinto, igual que en la exposición de Maté “la cara oculta”. 

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