EL
YIN Y YANG: ILUSIÓN VS REALIDAD.
Esther
Martínez Yepes.
Ángel
Marcos trabaja
en el espacio donde todo, se
vuelve nada, donde nada resulta ser todo, donde todo es posible pero
puede que nada se consiga hacer... ¿o si? El tema principal que
utiliza en su exposición de fotografías es el de las ciudades, pero
se percibe una diferencia en cuanto a la perspectiva en la que nos
podemos situar frente a este asunto, observamos una dualidad de
pensamientos frente a las ciudades. Una de las opciones nos ambienta
en el ideal de la ciudad, en el sueño utópico que crearon, es vista
como progreso del hombre, como ideal de una vida perfecta que podemos
conseguir viviendo en ella, un lugar lleno de esperanzas, donde todo
es posible... es el imaginario creado desde el siglo XIX, cuando las
ciudades comenzaron a captar protagonismo. Por otra parte, recurre al
mundo contrario donde presenta la realidad de las ciudades, como se
vive en ellas y no la ilusión que se tiene de ellas.
Y
esta primera idea utópica ¿de donde proviene? ¿Cuando cambia el
concepto para que los artistas comiencen a plantearse “la cara
oculta” de las ciudades? En el siglo XIX las personas se trasladan
a las ciudades en busca de mejores condiciones de vida. Los artistas
buscan la representación de temas nuevos y estarán muy ligados a la
temática de “la ciudad moderna”, les interesará el cambio
constante y unido a ello incluyen a los caminantes de las ciudades.
Es lo contrario que busca Ángel Marcos, no muestra interés por las
personas que viven en la ciudad sino por la configuración de la
ciudad, por los grandes iconos de cada una de ellas y por los lugares
más alejados donde prácticamente no hay nadie. Como Thomas
Annan, fotógrafo del
siglo XIX que documenta
sitios marginados y los lugares peligrosos, tema de interés para el
artista ya que para realizar muchas de sus fotografías se marcha a
zonas alejadas del centro de la ciudad. En “Alrededor del sueño 4”
muestra 4 ciudades: Nueva York, Cuba, China y Madrid y el
protagonismo recae sobre estas y sus monumentos, sus iconos, dejando
de lado las personas que la componen. En este momento es cuando
configuran la ciudad que ahora conocemos, se crean los signos de
identidad nacional como los que recoge en sus imágenes de Madrid
aunque con la particularidad de cambiar los puntos de vista para
darnos perspectivas diferentes de lo mismo.
Otro
fotógrafo
importante fue Eugène
Atget, sus trabajos se centran en el parís cambiante,
melancólico que añora lo que nunca más va a volver a ser. Sin
embargo Marcos se centra en el Madrid que no cambia, en los iconos
que se reconocen, el que ha permanecido prácticamente intacto desde
su creación. A partir del siglo XX, nos encontramos con dos opciones
contrapuestas, la ciudad efervescente y el efecto
contrario: la soledad, el anonimato, tristeza,
nostálgia...
esa parte también
intenta capturarla el artista a
través de sus fotografías. Pero
muchas ciudades son
bombardeadas en las
guerras y
la destrucción también
permite llevar a cabo la
ciudad utópica, no estando limitado por la estructura previa. ¿Pero
realmente se consigue la ciudad utópica?
Por
otro lado pensaban que debían aprovechar las ventajas que les
proporcionaba la ciudad, como andar sin destino fijo, perderse en la
ciudad, entender la ciudad como un laberinto. El modo de plantear las
imágenes de Madrid que realiza Ángel
recuerda
a un laberinto ya que las imágenes
aparecen superpuestas unas con otras. Traza un recorrido a través
de la ciudad con sus fotografías.
La
publicidad en carteles que de alguna manera te marcan el camino que
debes llevar como en un laberinto, igual que en la exposición de
Maté “la cara oculta”.
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