Estefanía Domínguez Simón
(1 Curso Historia del Arte)
Términos como apps, memoria RAM, procesador disco duro,
sistema Android, tablets etc… están
continuamente presentes en nuestra sociedad, tenemos la imperiosa
necesidad de tener todas las novedades tecnológicas para poder “fliparse”
diciendo que tienes el último modelo y evitar el temor a ser comparado, porque
hemos llegado a un punto en que si no te gustan las tecnologías eres
considerado como un “bicho raro” cuando en realidad nunca hemos necesitado
todos esos cacharros para ser feliz.
No entiendo cómo millones de personas pueden hacer colas de
días para comprar el nuevo “Iphone 6” pero sin embargo es indispensable
imaginarse esa misma situación para comprar un libro, porque ¿Para qué perder
el tiempo con la eso, denominado “Cultura”?, si yo mientras tanto he superado
mi racha de muertes en el Call of Duty.
¿En serio no nos damos cuenta de qué modo nos afectan las
tecnologías? Con este planteamiento
Daniel Canogar (Madrid 1964) artista audiovisual y de los mayores
representantes de la abstracción española, nos presenta la exposición “Small Data” en la Galería Max
Estrella.
Es admirable como en
una sala tan pequeña consigue disponer las obras de tal manera y sobre todo con
la perfecta utilización de la luz (utilizada de forma recurrente), a mi me
gusta pensar que la sala es una simbología del cerebro humano, que a pesar de
ser uno de los misterios científicos más grandes, tendemos a utilizar un 10 %
de él y esto lo hace con la sala en la que dispone unas obras en puntos estratégicos.
El modo de reinventar la materia es una seña de identidad,
ya que parte de materiales electrónicos encontrados en basureros, vertederos y
centros de reciclaje como por ejemplo móviles, discos duros, un escáner, una impresora,
calculadoras circuitos hace que cobren vida con la técnica de la luz.
A parte de reinventar las obras con una gran delicadeza y precisión, las dota de una nueva vida, el problema
llega cuando no se tiene la suficiente inteligencia
como para distinguir ambos mundos, el tecnológico y el real y al final este
ultimo nos acaba absorbiendo. Es interesante pensar como he comentado antes
de que forma nos está afectando las tecnologías, ¿Nos aportan algún beneficio o
simplemente nos convierte en Transformes?
La gente grita, llora se desespera incluso
hasta el punto de ser violento y es curioso como en un arranque de esa ira coges lo primero que tienes a mano como
un móvil y lo estrellas contra el suelo sin pararte a pensar que es tu bien más
preciado, nos transforma de tal manera que nos distorsiona de la realidad y al
final se convierte en una droga sin la cual no podemos vivir, pero ¿Estamos a
tiempo de cambiar esto o ya es demasiado tarde?
En
líneas generales me gustaría hacer
hincapié en el concepto del tiempo el cual es muy importante a la vez que efímero así pues
Canogar juega en esta exposición con la
recuperación de la memoria, la memoria se construye mediante tres procesos:
Procesamiento de la información, Codificación,
Almacenamiento aunque intentar descifrar el cerebro es como meterte en un
laberinto sin salida.
En conclusión el ser humano está considerado como la maquina
más perfecta, asique si a una maquina convencional se le puede formatear y
borrar los datos porque al ser humano ¿no? Solo espero que en un futuro se
pueda aplicar esta misma técnica al ser humano, por nuestro bien. Algún día…
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