“¡Eco, eco, Madrid se prostituye!”
Desde 2001, el fotógrafo y artista Ángel Marcos, nos ha
presentado una serie de proyectos, entre los que destaca “Alrededor del sueño”.
En la galería del Canal de Isabel II, el
artista vallisoletano ha aprovechado el espacio del lugar para llenarlo de
elementos como vídeos, imágenes, fotografías, que nos muestran una vez más ese “sueño por cumplir”, que ahora lo es
Madrid. Si antes lo fue Shangai, La Habana o incluso Nueva York, fuera de toda
diferencia que haya entre los mismos, todos se parecen en algo: son grandes ciudades, y tienen algo que
vender.
“Eco, Eco”, es lo que se solía decir cuando un repartidor
de periódicos hacía saber una noticia muy importante. Quizá sea este un título irónico
para comenzar, porque, que Madrid se prostituya, no es nada nuevo. Pero hasta
ahora, Ángel Marcos ha sido uno de los pocos que ha tenido el valor de decirlo. Ha desacreditado ese “sueño”, como algo fascinante que va a ocurrir, y lo ha mostrado como una excusa que lleva Madrid utilizando desde hace años, para atraer clientes a la capital. Pero, ¿De dónde proviene este "sueño"?
Remontémonos muchos años atrás. Vayámonos hasta los años
20, y hasta un país, Estados Unidos. Esos años, más conocidos como los “Felices
años veinte”, no son otra cosa que el principio de desarrollo del capitalismo a
escala mundial: E.E.U.U, está aprendiendo a cómo llevarse el dinero de alguna
manera, y Europa está al acecho para copiarle la fórmula. Pronto, a partir los
años treinta en adelante, el “American
Dream” se establecerá como un proverbio que no parará de repetirse hasta la
saciedad, y hasta la sociedad. El “sueño” que Ángel Marcos pretende mostrarnos, es algo
similar. Nos presenta agunas obras, connotándonos un sueño, que
"parecía tan vigoroso, y acababa siendo una mera frivolidad", como en las fotos difuminadas de El Palacio Real.
“El sueño, es el único producto a la venta en estas
grandes ciudades, en las que realmente no se tiene conciencia de que dichos
centros urbanísticos son ofrecidos a menudo a un público, como suele ser el
turismo, y en el que prima el interés como criterio de venta”. Están
prostituyendo a Madrid, vendiéndolo como un producto más. Toda esta estructura capitalista que se encarga de ello, es igual que la
mafia de la prostitución. Parece que sólo importa el interés
económico y político. Madrid no se preocupa lo suficiente por su ciudad. Al menos en el plano organizativo, homogéneo, cultural, histórico...O Quizá sean esas las bazas que juega la capital para hacerse con más y más dinero.
Además, a nivel artístico-cultural, Madrid es también un desorden absoluto. Mientras que conviven (de momento), algunas obras que forman parte de nuestra historia, junto con edificios empresariales, la conclusión que sacamos es clara: "está imponiendose cada vez más la influencia de la modernización y el auge del capitalismo". Es necesario ese “respeto hacia el pasado”, como diría el catedrático Juan A. Gómez Trinidad. Esta enfermedad de la modernización, está dejando “abandonados”
algunos lugares de interés cultural, que sin embargo son la esencia del Madrid
que conocemos, y que no debemos desestimar.
En conclusión, se debería recuperar
esa esencia cultural que puede llegar a ofrecernos Madrid, con toda su historia
y pasado, y hacer de la capital una ciudad histórica, mostrando todos sus
atributos. Además, deberíamos evitar la masiva influencia del capitalismo en
nuestra sociedad, favoreciendo que Madrid se desarrolle como una ciudad con un
cariz más homogéneo, y que el dinero y el interés no eclipse su esencia. No
podemos seguir permitiendo que Madrid se prostituya.
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